Sinhogarismo. Vivienda y Hogar

Vivienda como derecho humano básico
La vivienda es un derecho humano sobre el que todos los Estados deben asumir las obligaciones de reconocer, respetar, proteger, realizar y no vulnerar, convirtiéndose así la situación de calle en la máxima expresión de vulneración sistémica de derechos humanos.
Conceptos de vivienda y hogar
Históricamente, la función de una vivienda ha sido la de proteger del exterior, cubriendo así la necesidad humana de refugio.
Sin embargo, en las sociedades contemporáneas, la vivienda cumple muchas más funciones al constituir un espacio físico donde alimentarse, dormir o mantener relaciones familiares y sociales, entre otras.
Según la RAE, la vivienda es “un lugar cerrado y cubierto construido para ser habitado por personas”. De esta definición se derivan tres implicaciones:
- Es un lugar, un espacio físico.
- Ocupado por personas.
- Habitado por ellas. Por habitar, según la RAE, se entiende “morar”, esto es, residir habitualmente en un lugar; lo que implica que cierta estabilidad o permanencia.
La definición de “hogar” de la RAE, hace referencia a la “casa o domicilio”, pero también, a la “familia, grupo de personas emparentadas que viven juntas”.
Si nos fijamos en que “casa” es definido como “edificio para habitar” y “domicilio” como “morada fija y permanente”, es normal que en muchos casos el concepto de hogar se equipare al de vivienda.

Análisis sociológico
Sin embargo, desde un punto de vista sociológico, se ha tendido a definir la vivienda en base a su condición física, como un objeto. Del mismo modo, se define el Hogar como una unidad de convivencia o familia en una vivienda, atribuyendo una cierta estabilidad o permanencia de la relación.
El problema de la vivienda no tiene porqué ser el mismo que el problema del sinhogarismo
Sociológicamente, aceptar la separación anterior de ambos conceptos significa aceptar que el problema de la vivienda no tiene porqué ser el mismo que el problema del sinhogarismo, si bien la resolución del primero puede solucionar el segundo.
Así, el “hogar” implica una vivienda pero además los valores sociales, psicológicos, espirituales y culturales adquiridos a través de la utilización de la misma.
De esta manera, en una persona que no tiene hogar puede darse el caso de que no pueda acceder a una vivienda o que la vivienda no le permita experimentar qué es un hogar.
En el sinhogarismo, vivienda y hogar son dos conceptos totalmente relacionados, donde la vivienda es un elemento necesario pero no suficiente para el desarrollo de un hogar. En cambio, un hogar no puede desarrollarse sin una vivienda bajo los estándares mínimos de adecuación aceptados en las sociedades occidentales actuales. Este hecho convierte a la vivienda en un factor imprescindible para articular la vida en sociedad.
No solo es importante el acceso a una vivienda, sino que además ésta ha de ser adecuada para desarrollar un hogar.
