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Sin hogar bajo una ola de calor

por | Sep 12, 2021

ola de calor y sinhogarismo

Vivir en la calle es duro de por sí en cualquier época del año. No obstante, las temperaturas extremas traen consigo un recrudecimiento de la realidad a la que se enfrenta este colectivo tan vulnerable.

Cuando se vive en la calle y llega el verano

Acabamos de vivir en España, una ola de calor histórica que ha batido temperaturas récords. La alerta roja por condiciones climatológicas adversas se ha activado en gran parte del país, donde se han vivido episodios de temperaturas extremadamente altas superando incluso los 44 °C en algunos puntos.

En este contexto, las personas que viven en la calle se encuentran, entre otras cosas, con serias dificultades para hidratarse y resguardarse del sol.

es necesario beber agua en verano

Problemas derivados de la exposición a elevadas temperaturas

Durante una ola de calor, las personas en situación de calle se encuentran de cara con los problemas derivados de la exposición continua al sol y a las elevadas temperaturas y se enfrentan a ellos con muy escasos recursos.

Agotamiento por calor, golpes de calor, insolaciones, quemaduras e irritaciones en la piel, calambres, síncopes o deshidratación son algunos de los efectos del calor sobre el cuerpo humano y aunque existen recomendaciones para paliarlos recogidas por parte de los diferentes organismos estatales y autonómicos, éstas no son fácilmente viables para las personas sin hogar.

Se recomienda, por ejemplo, evitar salir a la calle en las horas más calurosas del día, permaneciendo el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados. Pero, ¿cómo llevarlo a cabo si no se cuenta con un techo bajo el que cobijarse?

en verano, con sus ropas de abrigo

Con la “casa” a cuestas en un entorno insalubre

Además, las personas sin hogar bajo una ola de calor caminan durante horas con todas sus pertenencias a cuestas. Algunas de ellas, a pesar de las elevadas temperaturas, no se quitan sus ropas de abrigo por miedo a que se las roben.

Al exceso de sudor, y al cansancio insoportable, se añade la imposibilidad de encontrar sitios donde poder descansar que estén resguardados del calor. Además, la falta de higiene atrae más a los insectos, que alteran sus horas de sueño.

Con todo esto, en verano, las personas en situación de calle quedan expuestas a unas condiciones aún más insalubres que pueden causar o acrecentar infecciones, enfermedades y otros trastornos.

La inseguridad de las calles

En verano, las personas que viven en la calle están más expuestas a los delitos de odio. Debido a las altas temperaturas, ellos duermen menos resguardados y la gente sale más de fiesta. En las ciudades y los pueblos, debido al turismo, las fiestas y el buen tiempo, se crean cúmulos de personas que a veces se emborrachan e intentan grabarlos con el móvil, les tiran botellas o les roban. Alteran su sueño y ellos se sienten inseguros y nerviosos.

Intensificación del trabajo de las organizaciones sociales

Ante esta situación, las distintas organizaciones sociales activan en verano protocolos especiales viendo intensificado su trabajo asistencial y de información.

Las distintas unidades de emergencia social (SAMUR Social, Cruz Roja, etc) recorren las calles de las ciudades para ofrecer a este colectivo, plazas en los albergues y centros de acogida, y si están saturados, les suelen ofrecer pasar unas horas en un centro de día. También les proveen de agua para fomentar su hidratación, sin embargo, es poco el tiempo que ésta les dura fresca y, en apenas unas horas, el agua se convierte en fuego dejando de ser bebible. Asimismo, reparten protección solar para evitar las quemaduras solares, aunque no todos son conscientes de los riesgos y no la usan.

colaboración social

Responsabilidad social

Sin embargo, esta intensificación de la actividad de muchas ONG no supone más que un “parche”. Se trata el problema del sinhogarismo como si fuera emergencia meteorológica, cuando en realidad estamos ante un problema estructural que requiere de una toma de conciencia y responsabilidad por parte la sociedad en su conjunto.