Inclusión Social de las personas sin hogar

Son muchos los cambios que se necesitan todavía en la sociedad para poder construir unas bases sólidas para luchar contra el estigma que acompaña a las personas sin hogar y al término inclusión social.
Estigma social de las personas sin hogar
Las personas sin hogar no solo se encuentran desprovistas de vivienda. La falta de información, los prejuicios e ideas erróneas acerca de sus distintas situaciones han generado un estigma social sobre ellos, generando un rechazo colectivo creado por la población general.
La sociedad actúa de forma discriminatoria con estos individuos. En la mayoría de los casos, las sensaciones generadas son el miedo o la incomodidad. Esta situación se agrava cuando se muestran actitudes realmente insolidarias, llegando incluso a ser violentas.
La pérdida o la exclusión de una vivienda puede darse por distintos motivos. Sin embargo, esto no se tiene en cuenta cuando se juzga a una persona sin hogar y pasa a ser tratada como un “desviado social”, pensando que ha fracasado en los esquemas motivacionales de la sociedad.

¿Qué es la inclusión social?
Cuando se habla de inclusión social se está haciendo referencia a un proceso dirigido a todas las personas que se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social, grupos que se encuentran en situaciones de carencia, segregación o marginación.
El objetivo de la inclusión social es mejorar de manera integral las condiciones de vida de los individuos, para poder ofrecerles las mismas oportunidades educativas, laborales y económicas que cualquier otro miembro de la sociedad.
Para llevar a cabo dicho proceso, hay que tener en cuenta que este debe sostenerse en tres pilares en los que trabajar en paralelo:
- Participación en la producción y en la creación de valor: asegurar un trabajo remunerado aporta a los miembros de una comunidad un valor. Además, les permite mantenerse independientes y obtener su propia economía.
- Adscripción política y ciudadana: participar como un ciudadano más en las distintas decisiones políticas, les proporciona tener su propia voz. De esta forma, pueden luchar por sus necesidades y derechos.
- Adscripción cultural y conexión con redes sociales: las conexiones generadas entre personas son necesarias para vivir y mantenerse activos como seres sociales.
Carencias a resolver para conseguir la integración social
Para poder llevar a cabo una verdadera inclusión social con personas sin hogar es necesario tener en cuenta las distintas carencias y obstáculos que se muestran en el camino.
Estas necesidades deben ser atendidas por igual para así conseguir eliminar el estigma social que reside en ellos. Se necesita entender la realidad por la que están viviendo para realizar una estrategia sin fisuras.
A su vez, para poder aplicar distintas políticas de integración, las personas afectadas también deben implicarse y colaborar en los distintos ámbitos en donde aparecen sus propios obstáculos.
- Ámbito personal: es importante reafirmar la autoestima de estas personas. Gracias a responsabilidades y ocupaciones que demuestren que son útiles socialmente pueden mejorar su estabilidad emocional.
- Ámbito material: la adquisición de trabajo, y las posibles ayudas que se les pueda ofrecer, mantendrán sus necesidades básicas cubiertas. Como lo son la comida, la ropa y el mantenimiento de una vivienda.
- Ámbito de salud: las distintas experiencias vividas en la calle pueden ocasionar graves problemas en su salud física y mental. El reconocimiento de las mismas y la preocupación por su estado debe ser imprescindible. Esto pasa por acudir al médico, alejarse de conductas nocivas y tomar medicación en el caso de que sea necesario.
- Ámbito convencional: es importante que se mantengan hábitos saludables en el día a día. Rutinas y horarios a los que adaptarse, una correcta higiene o comenzar a entablar relaciones con su entorno.
- Ámbito ocupacional: no solo tener un trabajo es imprescindible. Atender a los pasatiempos de uno y dedicarse tiempo de valor es altamente recomendado para el bienestar.
- Ámbito de ocio y tiempo libre: disfrutar de sus intereses, compartirlos con otros y aprovechar para descubrir cosas nuevas y mantenerse activo es muy positivo para sentirnos realizados como seres sociales.
Conclusión
Las distintas crisis económicas han debilitado las estructuras sobre las que el Estado promueve sus políticas sociales y de asistencia. Esto afecta directamente a las bases sobres las que se sustenta.
Debemos destacar, al hablar del concepto de inclusión social en las personas en situación de calle, la idea de procesos de cambio. Esto permite que las personas se visualicen, puedan pensarse y gestionar su vida de manera diferente.