Relación entre el sinhogarismo y la salud mental

En España, diversos estudios sobre salud mental entre las personas en situación de sin hogar sitúan la tasa de esquizofrenia entre un 4% y un 13% y la de depresión mayor entre un 2% y un 20%.
Día Mundial de la Salud Mental. “Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad”
El Día Mundial de la Salud Mental se celebra todos los 10 de octubre. Su objetivo nos recuerda que la salud de cada individuo es la sólida base para la construcción de vidas plenas y satisfactorias. Esta celebración es promovida por la Federación Mundial de la Salud Mental y cuenta con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Representa un compromiso global para crear conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo y movilizar esfuerzos en apoyo de la salud mental.
Por todo, queremos hacer especial mención en este artículo del mes de octubre, a la salud mental de las personas sin hogar.

Salud mental y sinhogarismo. Situación en España
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental no sólo como la ausencia de trastornos mentales sino como un estado de bienestar. En esta situación, el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y puede hacer una contribución a su comunidad.
Atendiendo a esa definición, podemos afirmar que las personas sin hogar constituyen un grupo de especial vulnerabilidad ante los problemas de salud mental.
En España, y según estimación de Cáritas, la población sin hogar es aproximadamente de unas 40.000 personas. Centrándonos en este conjunto de población, se estima que los trastornos asociados al consumo (abuso y dependencia) de alcohol y otras sustancias psicoactivas llegan a afectar al casi el 50% de la misma. Sin embargo, y excluyendo los trastornos anteriores, los problemas de salud mental con una mayor prevalencia son:
- los trastornos psicóticos, sobre todo la esquizofrenia,
- los trastornos del estado de ánimo, donde destaca la depresión mayor,
- y los trastornos de personalidad inespecíficos
La prevalencia vital de estos trastornos mentales se sitúa en torno al 35%.

¿Mis problemas de salud mental me han llevado a vivir en la calle o tengo problemas de salud mental porque vivo en la calle?
En las dos últimas décadas del siglo XX, se afirmaba que el “sinhogarismo” respondía a problemas de salud mental.
Sin embargo, en la actualidad se acepta una doble vertiente:
- Por un lado, se valora que la relación entre salud mental y vivir en la calle puede configurarse como un destino para algunas personas con trastorno mental. Esta alteración puede ser debida al fracaso personal, social y de los servicios sociales y de salud mental.
- Y por otra parte, se valora cómo la vida en la calle se convierte a su vez en un suceso vital estresante. Esto complica la salud mental de las personas, que supone una agresión a su dignidad y produce efectos psicológicos muy importantes. La pérdida del hogar implica una ruptura profunda en la vida de la persona, sus expectativas personales y las estructuras sociales. Todo esto puede afectar negativamente a su bienestar emocional, psicológico y social.
Trastorno mental grave, sinhogarismo y exclusión social
Existe un vínculo indiscutible entre el trastorno mental grave y la exclusión social. A menudo, los problemas de salud mental son causa y consecuencia de exclusión social.
La falta de participación en la vida social, educativa y profesional de las personas con enfermedad mental genera aislamiento, soledad, sufrimiento y marginación. Si a ello le sumamos la estigmatización y deshumanización a la que se enfrentan las personas sin hogar, la exclusión social es manifiesta.
Los trastornos de salud mental se agravan en la calle por la sensación de inseguridad, la ausencia de tratamiento psiquiátrico, el aislamiento social, y la carencia de recursos económicos y convivenciales, entre otros. Estas personas se encuentran en situaciones de gran vulnerabilidad y la mayoría no tiene una red social o familiar de apoyo.
Los pacientes con enfermedad mental grave necesitan adecuados procesos de diagnóstico y tratamiento psiquiátrico que permitan controlar su sintomatología psicopatológica, prevenir la aparición de recaídas y en su caso controlarlas, así como mejorar su funcionamiento psicológico.
Atención a la salud mental universal
El modelo de atención a la salud mental ha de ser universal, público, integral, comunitario, eficaz, equitativo y evaluable. Ha de orientarse a la inclusión social, a la participación activa en la comunidad y las redes sociales, así como a la mejora de la calidad de vida y de las relaciones interpersonales.
En la actualidad los recursos comunitarios ofertados no son suficientes ni están adaptados a las necesidades de las personas con enfermedad mental. De hecho, existen grupos de población con dificultades particulares para el acceso a los servicios de salud mental entre los que se encuentran:
- las personas sin hogar
- las que viven en medio rural
- las personas inmigrantes que no han conseguido regularizar su situación administrativa.

Barreras de acceso a los recursos sociosanitarios
Es un hecho constatado que existen serias dificultades por parte de las personas sin techo con enfermedad mental para acceder a los servicios sociosanitarios. Estas barreras se acumulan aún en mayor medida cuanto más grave es el problema de salud mental y mayor cronicidad de la situación de sinhogarismo.
De hecho, las personas sin hogar con problemas de salud mental, en ocasiones, tienen déficit cognitivos asociados a la patología psiquiátrica que les impiden acceder a los servicios o no estar en disposición de llegar a los mismos. En otros casos, la propia falta de conciencia de enfermedad hace que no acudan a los servicios o no busquen ayuda. Mientras que en otros casos, las experiencias previas negativas que han tenido en su contacto con los servicios de salud mental, hacen que estas personas rechacen contactar con los mismo.
Asimismo, la situación de pobreza también constituye un obstáculo a la hora de acceder a los servicios sociosanitarios, al igual que el aislamiento y la ausencia de redes de apoyo.
Caminando hacia el Modelo Housing First
Vista la interdependencia que existe entre los problemas de salud mental y la situación de sin hogar, es importante plantearse cómo abordar esta problemática.
La respuesta que tradicionalmente se ha dado al problema del sinhogarismo ha seguido un modelo “en escalera” (albergues, centros de emergencia, etc), en el que la persona sin hogar tiene que ir superando determinadas etapas teniendo como horizonte el acceso a una vivienda permanente. Este modelo tradicional, si bien ha logrado paliar el problema del sinhogarismo a través de la gestión de diferentes situaciones de exclusión social, no ha conseguido erradicarlo.
Housing First: Un programa con resultados muy positivos.
La idea principal del Modelo Housing First es que la vivienda es lo primero que debemos facilitar a las personas, además del apoyo profesional, basado en sus necesidades y demandas, que les ayude a mantenerse en ella.
Este modelo ya se ha implantado en algunas ciudades de España. Hábitat es el programa Housing First para personas sin hogar de RAIS Fundación, con el que se han sumado a otras experiencias europeas que están dando resultados muy positivos. Ya llevan 6 años desde que pusieron en marcha las primeras viviendas Housing First en Espeña y desde entonces, 393 personas han dejado de vivir en la calle y cuentan con 287 viviendas en 20 municipios.
Sam Tsemberis, psicólogo clínico creador de la metodología Housing First, refiere que “no somos capaces de darnos cuenta de lo que es no tener casa. De la soledad que supone. Lo más útil de este programa es la rapidez con la que se pasa del modo supervivencia al de la vida”.
Y es que tener una casa proporciona estabilidad, no solo material sino también, y sobre todo, mental y emocional, permitiendo pasar de sobrevivir a vivir.