Mujeres en situación de calle

El número de personas sin hogar en España es desorbitado
Pese a las distintas ayudas sociales que existen en nuestro país, el número de personas sin hogar en España es desorbitado. Las cifras están creciendo en toda Europa y se han llegado a registrar 100 desahucios diarios en años anteriores.
Todos los datos que podemos encontrar en registros realizados por el Instituto Nacional de Estadística y organizaciones como Cáritas demuestran que estos números son mucho más elevados que los que podíamos encontrar antes de la crisis económica. Por lo tanto, estamos ante un nuevo perfil de persona sin hogar.
Este es más frágil, cuenta con una vulneración mucho mayor de sus derechos y, por ende, es más alarmante.
Dentro de este grupo de personas desamparadas tenemos varios casos especiales como el que queremos tratar hoy: el de las mujeres en situación de calle.
Su porcentaje es significativamente menor que el de los hombres en situación de calles, ellas no llegan a registrar ni el 20%, sin embargo, sus riesgos son exponenciales.

¿Qué tipo de mujeres en situación de calle podemos encontrar en estos tiempos?
Una de cada seis personas que se encuentran en riesgo de exclusión social, acaba habitando en la calle. Pero, ¿qué más situaciones se han dado para que muchos individuos lleguen a encontrarse en estas condiciones?
Debido a la desinformación que existe, ya que no hay un censo regulado sobre estos hechos, se calcula que, según el Instituto Nacional de Estadísticas, la cifra de personas sin hogar es de más de 33.000. No puede confirmarse el número exacto de mujeres que se encuentran en situación de calle, y a continuación, hablaremos del por qué. Sin embargo, se corrobora que ha crecido con los años.
En décadas anteriores, en donde no había estallado la burbuja inmobiliaria y en donde existía una clase media no precarizada, las condiciones que llevaba a alguien a perder su vivienda eran extremas. Esto ha generado una serie de prejuicios que siguen prevaleciendo en nuestros días cuando la realidad de España es completamente diferente.

Trabajadoras del hogar que se han visto obligadas a trabajar sin un contrato que reconociese sus derechos, la falta de empleo y de oportunidades, sobre todo para personas mayores, el aumento de la inmigración son algunos de los elementos que han hecho posible que estos datos se hayan disparado de la forma que ha sucedido.
La precarización y el aumento del paro ha arrebatado el hogar a muchas personas, entre las que se encuentran un número elevado de amas de casa, cuidadoras de ancianos, limpiadoras, mujeres que, debido a ciertos regímenes de control anteriores o la situación de violencia intrafamiliar no han podido lograr un trabajo digno o no tienen experiencia laboral. Y estamos ante una situación realmente grave.
¿Cuál es la situación de estas mujeres?
Estas mujeres, cuando se encuentran sin un techo, no solo deben preocuparse por donde dormir o qué comer. Las situaciones violentas a las que pueden enfrentarse llegan a ir más allá del frío.
Por ello, el perfil de las mismas se relaciona más con las personas que van a casas de acogidas, son ayudadas por ONGs, duermen en espacios vigilados, cedidos y compartidos, mientras que, en el caso de los hombres, se pueden dibujar distintas maneras de actuación.
Ellas han sido agredidas con mayor frecuencia estando en la calle. Se registra que casi el 15% del total han sido víctimas de agresiones sexuales y que el 60% de las inmigrantes se han visto atacadas con discursos cargados de racismo y xenofobia.
No hay constancia de un porcentaje de violencia de este primer tipo a los hombres que viven en la calle, esto no quiere decir que no exista. Por otro lado, un 44% de personas pertenecientes al sexo masculino han sufrido delitos de odio.

Todos podemos hacer algo
Siendo conscientes de que nuestro poder es ilimitado, son muchas las organizaciones que están poniendo en marcha medidas para que mujeres y niñas en estas situaciones no se sientan desamparadas, aunque se encuentren durmiendo solas en una estación.
El número de personas en situación de calle es tan elevado que muchas ONGs que ofrecen este tipo de ayuda se encuentran colapsadas y llenas de gente. Existen pisos tutelados y espacios privados en donde todas las noches acuden individuos buscando como alejarse del frío y pidiendo protección.

Sin embargo, las ayudas vecinales, las guardias nocturnas y las distintas rutas de muchas asociaciones permiten de alguna manera crear un espacio protegido para algunas de estas mujeres que temen ser agredidas por no poder dormir bajo un techo.
Por todo esto, es necesario saber que España se encuentra en una situación de déficit laboral que ha afectado a muchas personas de distinta manera y esta es una de ellas. Los “sin techos”, como se dice coloquialmente, han sido víctimas de las consecuencias de la precarización y la falta de derechos.
Esto no es un castigo o una forma insana de llevar la vida.